Si bien los sindicatos saludan la intención del Gobierno de que la jornada nocturna acabe a las 6 de la tarde y no a las 9 de la noche, como ocurre actualmente, o de imponer una recargar dominical Al 100 por ciento frente al 75 por ciento que existe hoy en día, los griegos están preocupados por los sobrecostos laborales que estos cambios puedan suponer para las empresas.
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De approbarse la reform tal e como se conoció en el primer borrador, la Federación Nacional de Empresarios Empresarios (Fenalco) calcula que las empresas pueden asumir un coste entre el 12 y el 17 por ciento y en algunos casos puede llegar hasta el 20 por ciento. Sin embargo, a partir de aquí es 16 de marzo que el Gobierno espera presentarlo si pueden dar cambios.
De esta forma, según sus cálculos, los costes laborales en 2023 aumentarán entre el 30 y el 35 de hace cien años. Esta cifra se eleva en un 2 por ciento adicional por la reducción de la jornada laboral es año a 47 horas, más el 16 por ciento de aumento en el salario mínimo y los costos de la reforma que se reducen entre 12 y 17 por ciento.
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Ante esta situación, Jaime Alberto Cabal, dirigente de Fenalco, dice que los comerciantes, así como los negocios de comercios, bares, hospedajes, empresas de entretenimiento y vigilancia y seguridad privada, se van a ver obligados a reducir costos con menos personas, consignando la número de horas o la presentación de precios al consumidor.
“Las empresas que pertenecen al clúster de comercio son las que más trabajan en horario nocturno, fines de semana y feriados, y las que más se ven afectadas por los cambios que planta la reforma”, dijo.
Así, una pregunta que hicieron los comerciantes revela que el 55 por ciento de los empresarios se habrían ajustado en relación con la reducción de nombramientos y la reducción de personal, un 27 por ciento evitaría al máximo la contratación de nuevos empleados y un 71 por ciento ciento sería descartado, reduciría o disminuiría sus inversiones. Con el objetivo de tener más tiempo para discutir el proyecto, Cabal determinó la necesidad de retrasar su puesta a tierra hasta el segundo semestre.
Adicional a esto, también consideran que la reforma traería consigo una aumento de la sindicalizaciónen particular de la empresa privada, así como la rigidez en la terminación de los contratos de trabajo y la estabilidad laboral “excesiva”.
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Por otro lado, el Presidente de Andi, Bruce Mac Masterquien se reunió esta semana con el presidente Gustavo Petro para tocar temas como la reforma, diciendo que las líneas rojas del proyecto son pensamientos que terminan afectando a la familia, al trabajo o que envían a más personas de la formalidad a la informalidad.
“Se debe tener cuidado que por normas fuertes se vaya a generar mayor desempleo. Al término de la actividad económica y productiva, expresamos que nuestro principal objetivo hoy debe ser la generación de trabajo y la reducción de la informalidad”, dice Mac Master.
CUT apoya la iniciativa
Rosmery Quintero, presidenta de la Asociación Colombiana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Acopi), aseguró que se está discutiendo una de las propuestas que podría durar para el sector empresarial. Por ejemplo, dígame que le preocupa que el contrato de formación debe ser laboral, que es por regla general el contrato por tiempo indefinido y que las condiciones para poder desvincular a una persona que no cumple con el perfil que requieren mucho más duras a partir de ahora.
El otro de los puntos que incluye el proyecto es que todos los trabajadores tenderán a exigir que se les aumente el salario en un porcentaje al menos igual al que tendrá la inflación provocada el 31 de diciembre. Hoy en día, solo es obligatorio para los empleados que ganan un salario mínimo y el aumento se determina en función de la inflación y no de la productividad.
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María Claudia Lacouture, presidenta de la alianza de 41 gremios y asociaciones empresariales (Aliadas)Señala que la actual coyuntura lo que se necesita es una política que estimule la generación de trabajo y no la atienda.
“Un aumento de los salarios de los trabajadores ligado a la inflación provocada atenta contra la creación de mano de obra, encarece los costes de contratación de los trabajadores y obliga a los empresarios a ser más cautelosos a la hora de fijar la remuneración salarial”, especifica el gremial voz, quien advierte que “la reforma laboral, cuyo texto definitivo aún no se conoce, no puede poner en riesgo la actividad empresarial”.
sesgado, Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dijo que está en curso con la mayoría de los puntos que están incluyendo en el proyecto de reforma laboral. Lo único que le pidió al gobierno es que anunciara ante el Congreso los convenios de la OIT que no han sido ratificados por Colombia.
“En 1990 la informalidad era del 47,5 por ciento y hoy después de muchas reformas laborales y previsionales, que conquistaron los quitaron derechos, era del 58 por ciento. We quitaron los recargos y flexibilizaron el valor del despido. Se decide, si se reducen los costos laborales y aumenta tanto la informalidad como el desempleo. Así que no es seguro que los costes laborales influyan en los malos”, sentenció.