Los rendimientos de los bonos chinos alcanzan mínimos históricos, lo que lleva al banco central a considerar una intervención
El bono chino a 10 años ha registrado este mes una rentabilidad históricamente baja del 2,18%, una cifra nunca vista desde que estos valores empezaron a ser monitorizados en 2002. Esta caída refleja el creciente temor de los inversores ante la aparente fragilidad de la economía china, que viene mostrando indicadores macroeconómicos preocupantes. Ante esta situación, las autoridades chinas han decidido aceptar bonos prestados, una medida que muchos analistas ven como un preludio a una posible intervención en el mercado por parte del banco central, con el fin de estabilizar la renta fija y evitar episodios de estrés financiero similares…