Un nuevo estudio gestionado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) y la Universidad de Leipzig (Alemania) ha abierto un nueva metodología para observar los detalles moleculares de las enzimas que degradar plástico de un solo uso.
Los resultados del trabajo, publicados en la revista ‘ACS Catalysis’, tienen aplicaciones biotecnológicas y “podrían ayudar a mejorar el reciclaje de plástico y mitigar los efectos de la contaminación“, explicó el Institut de Ciències del Mar en un comunicado de estos miércoles.
Sede de MASCOTA (tereftalato de polietileno), que lo hará rígido, transparente y resistente uno de los plásticos más valiosos“para la fabricación de botellas, todo tipo de tarros y otros productos de un solo uso.
Para averiguar el mecanismo de degradación del PET, los investigadores diseñar una matriz de video que estabilice a los intermediarios de la reacción enzimática y permite su detección en tiempo real mediante métodos espectroscópicos como la resonancia magnética.
Acto seguido, a través de calculos moleculares usando superordinadorespodrá interpretar los datos espectroscópicos y generar un modelo molecular 3D detallado a partir del proceso enzimático de degradación del PET.
Descomposición
Los resultados muestran que la interacción de dos subunidades de PET “e.g. suficiente para que la enzima compita con el polímero“, cuando llegó el momento de pensar que era necesario que gran parte del PET se combinara con la enzima para descomponer el polímero plástico en sus componentes originales.
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Además, el estudio revela que la enzima puede “caminar” o deslizarse sobre la cadena de PET para pasar de un monómero –molécula de pequeña masa molecular– otro.
“Entender cómo interactúa el PET con la enzima es importante para orientar el diseño de nuevos sistemas de reciclaje. Al final, nuestra naturaleza natural nos proporciona el material de la pieza para reducir la contaminación de los plásticos, sin embargo debemos utilizarlos de forma adecuada”, concluyó.