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Subirá los 325 metros de altitud, pero su objetivo no será disfrutar de las impresionantes vistas de la selva amazónica.
La torre que ha instalado en el corazón del Amazonas es un proyecto conjunto entre científicos brasileños y alemanes y será un punto privilegiado de observación del clima.
Los instrumentos del Observatorio Torre Alta del Amazonas (ACT, por sus siglas en inglés) obtienen datos sobre los gases de efecto invernadero, los aerosoles atmosféricos (partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas) y el clima en la selva tropical más grande del planeta.
Los investigadores esperan utilizar esta información para comprender mejor las fuentes de las emisiones de gases y responder con una llave de oración sobre el cambio climático.
La enorme estructura se está construyendo con arce transportado desde el sur de Brasil hasta el sitio elegido, en la Reserva de Desarrollo Sostenible de Uatuma a 160 km de la ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonas.
El nuevo observatorio se elevará a una altura de 330m incluyendo su sistema de pararrayos. A modo de comparación, la famosa Torre Eiffel de París tiene una altura de 301 metros y una altura de 324 con la antena instalada en la parte superior.
Vigilancia del tiempo en el bosque
Gracias a su altura, la torre permitirá investigar las alteraciones y movimientos de masas de aire a través del bosque hasta una distancia de cientos de kilómetros.
“El punto de la medicina está fuera de la influencia humana directa, y por eso es ideal para investigar el papel de la región salvaje en la química y física de la atmósfera”, por Jurgen Kesselmeier, del Instituto de Química Max Planck, coordinador del Proyecto de pieza alemana.
La selva amazónica es uno de los ecosistemas más sensibles del mundo, con una poderosa influencia en la absorción y liberación de carbono a la atmósfera.
“La torre nos ayudará a responder a muchas preguntas relacionadas con el cambio climático”, explicó Paulo Artaxo, de la Universidad de Sao Paulo, parte del equipo científico brasileño.
En colaboración con el Instituto de Investigaciones Amazónicas de Brasil (INPA), los dos países involucrados invertirán US$3,2 millones en la construcción del observatorio y esperan completar las obras en noviembre de este año.
El armamento subsaliente se integrará en una estructura de torretas medicinales más pequeñas que existen en la región.
Cuando esté terminado, complementará un observatorio similar construido en 2006 en el centro de Siberia.