Publicar un papel sempre fue come lanzar una gota de agua a un océano al que, solo en España, cada año llegan más de 100.000 nuevos artículos científicos. Esperar a que ese trabajo trascendencia, conseguir que otros investigadores sepan de él y stabilicer nuevos proyectos colaborativos con otras universidades y disciplinas para innovar, era, eso sí, un área rudimentaria que limita su eficacia.
«Hasta ahora. Las nuevas tecnologías permiten ‘mapear’ el estado de la investigación en una institución, un país o incluidos en todo el mundo para saber quién investiga más, qué investiga menos y quién lo hace», explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑAdel grupo prensa ibérica, Eduardo Alarcóncatedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).
Uno de sus proyectos es, precisamente, uno de los ass bajo il manga que se está guarda el Gobierno para este final de la legislatura en el mundo de la ciencia. se llama Atlasuna plataforma con inteligencia artificial que es funcional y que te permitirá obtener una Diagnósticos claros de lo que se está ‘cocinando’ en la comunidad científica española a través de la catalogación y análisis de los millones de artículos publicados con quienes lo comen.
Todavía no tiene fecha de lanzamiento al público, reconoce el departamento que coordina el PERTE de la Nueva Economía de la Lenguapero será antes de las elecciones generales previstas para las finales de 2023.
“Tenemos muchas esperanzas puestas en él porque tenemos su potencial para visibilizar la producción científica en español y ayudar a universidades, gobiernos e instituciones a tomar mejores decisiones”, explica. cristina gallochencargado por el Gobierno para el PERTE.
Una herramienta que seguro que será de gran utilidad tanto para los investigadores, que conocerán la forma visual y sentir que está teniendo dentro de sus propios campos de trabajo, como para las instituciones y ciudades, y que podrán identificar mejor el lugar donde se encuentra en el destino los recursos y qué áreas se podrían potenciar.
“Ver en la aplicación cómo se alimentan las grandes disciplinas de la ciencia es muy interesante, pero una de las mejores características que tiene Atlas es que permite detectar donde esta el colindan varias ramas de conocimiento. Es precisamente ahí donde surgen nuevas oportunidades y donde germina la innovación”, apunta Alarcón, quien señala que, de esta forma, se fomentará la colaboración entre centros de investigación de distintos ámbitos y territorios.
Conecta la ciencia en ingles
La plataforma, que fue presentada a 22 ministros de ciencia de países iberoamericanos en noviembre del año pasado, ofrece la posibilidad de crear mapas de conocimiento interactivos en varios niveles. Durante los próximos meses, dice uno de sus creadores, si optimizará Atlas, pero el verdadero reto logrará acceder a todos los artículos científicos publicados en español, por lo que algunos formarán parte del plataformas de pago.
A dia de hoy, Atlas ya demostró que funciona a la perfección con 10.000 trabajos de investigación científica publicados en la Universidad Politécnica de Catalunya durante los últimos años, pero la idea se extiende a todos los centros de investigación hispanohablantes, incluidos los que buscan sintetizar países latinoamericanos.
“El diagnóstico que tenemos hasta este momento del estado de la ciencia en español se basaba solo en estudios. Es como ir al médico y tratar de averiguar lo que necesitas solo dando indicadores de un análisis. Lo que sigue Atlas sería un equivalente a meterse dentro del cuerpo humano y analizar su función«, Apunta Alarcón, que es artífice de un proyecto en el que trabaja junto a los expertos Soraya Hidalgo, Pere-Pau Vázquez, Lluís Padró y Jordi Cortadella.
Las IA ya son capaces de crear ‘cards’
Allí inteligencia artificialen este caso, era necesario abandonar la tecnología para poder crear armaduras como Atlas, pero, además de ayudar a la investigación, también está plantando sus propias redes para la ciencia.
“La inteligencia artificial es hecha por humanos y también es utilizada por ellos. No hay ninguna razón por la cual las presas no tengan la capacidad de hacerlo, además de que aparecen aplicaciones que pretenden descubrir patrones para la detección temprana del cáncer de mamá, también tiene otros no. tendrán unos fines tan nobles”, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Francisco José Serón, catedrático del Área de Lenguajes y Sistemas de la Universidad de Zaragoza especializado en los últimos años en temas relacionados con la inteligencia artificial.
Recientemente, Un mediola Antigua Facebook, tuvo que retirar una de sus ultimas propuestas fallidas, Galácticouna plataforma de IA que pretende servir de soporte para la creación de artículos científicos.
Presentado a los medios en noviembre del año pasado tras ser entrenada con más de 48 millones de artículossitios web especializados, libros de texto y simposios especiales que te servirán de referencia, solo duran unos días en beneficio.
noticias de relación
La razón es que el sistema está funcionando sobre un legado capaz de divulgar masivamente información falsa o, al menos, inexacta. Michael Black, del Instituto Max Planck de Sistemas Inteligentes de Alemania, fue uno de los investigadores que pidió investigar y escribió la siguiente reseña en su cuenta de Twitter: «Aplaudo la ambición del proyecto, pero esto no es una herramienta útil para la ciencia ni para la escritura científica. Es potencialmente distorsionador y peligroso».
“La inteligencia artificial va a ser capaz de escribir artículos científicos, sí, pero no queremos ir a ningún lado. Que un texto pase por la corte y sea validado en los foros donde sostiene que sostiene que fue supervisado previamente. por un comité de expertos. Que haya gente que lo use para pillarlo en su blog o de dónde venga es otra historia, pero hay filtros para conectar con la comunidad científica”, dice Serón.