Este 2022, con 26 años, Beatriz Haddad Maia abrió las alas.
La tenista brasileña, que fue destacada el 12 de diciembre por la Asociación de Tenis Femenino (WTA, por sus siglas en inglés) como la jugadora de mayor crecimiento durante todo el tiempo, fue el mejor año deportivo de su vida.
Los dos primeros títulos sencillos en la élite (Nottingham 250 y Birmingham 250), los dos trofeos en dobles (Sidney 500 y Nottingham 250), las seis finales disputadas, un partido a tres sin perder, su debut en finales de la WTA y os setentas puestos escalados en el ranking para llegar al top 15 del mundo y cuenta de l’altitud de su vuelo.
Sin embargo, en su caso, como si de un fénix se tratara, las que mejor hablan son sus cenizas.
Bia, como la apodan desde pequeña, estaba destinada a ser deportista. Impresionado por un profesor de tenis y un exjugador de baloncesto, creció jugando al fútbol, al yudo y al gimnasio olímpico. Luego, celebra la historia, se decantó por el tenis.
Por su altura (hoy mide 1,85) siempre fue considerado como uno de los jugadores con mayor proyección de Suramérica, pero las reiteratas lesiones truncaron varios intentos de spegue. Un hombro dislocado, tres discos herniados, una fractura de húmero y tres vértebras giratorias hizo una pausa en su carrera durante varios meses desde 2013 hasta 2017 y completó su consolidación.
Para 2019, tras repetir con insistencia que “todo pasa por otros”, el calvario físico parece haber terminado. Pero el 23 de julio de este año, habiendo llegado a su clímax al derrotar en la primera jornada de Wimbledon a la española Garbiñe Muguruza, una de las grandes animadoras de la década anterior, consiguió el mayor gol de su carrera: La Federación Internacional de Tenis suspende tras encontrar una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje en un control hecho en competencia.
“Estuve del cielo al infierno en 10 días. Mi reacción inmediata fue dada al baño, vi el mensaje y ya no puedo leer la tarjeta de notificación, siento una desesperación extrema y descarnada. Nunca termine de leer esa carta”, reconoció Bia, en un testimonio personal publicado el 22 de mayo de 2020, día en que terminó de cumplir la sanción impuesta.
Debido a la hora de escribir este artículo, debido a la inactividad, Haddad Maia venía en caída libre en el ranking, pero el 30 de agosto llegó el punto de no retorno, por lo tanto descendió hasta el puesto 1.342, la última posición entonces. Y aunque la situación indicaba que no podían ir mal, la irrupción del covid-19 impidió su regreso a los canales por la cancelación de la mayor parte del tiempo. Luego, habiendo disputado uno de los torneos menores en septiembre del primer año de la pandemia, en uno de los días encontró un tumor en una mano desconocida, dejó la piel del cadete y golpeó un inyector. Al final, de regreso, sin pausa, estaba en febrero de 2021. Pero el momento de volar, como lo reconoce el mundo, era este año.
Hoy Bia, la primera brasileña en llegar al cénit del ranking durante los cinco años de existencia de la WTA, está con autoridad Mejor tenista latinoamericano. Además, es la primera en el top 15 de Argentina Paola Suárez, quien fue número 9 del mundo en 2004.
Con la locura de que el dios había tocado el fondo para llegar al más alto nivel, Beatriz Haddad Maia habló con EL TIEMPO.
En la conversación, viajando por el pasado, el presente y el futuro, una sola sensación: comienza tu sueño.
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Bia, la renacer del tenis latinoamericano
Beatriz Haddad Maia es ahora la mejor tenista de Brasil y, de lejos, la mejor latinoamericana…
Asi es… estoy muy feliz. Trabajó muy duro para poder hacer las cosas que estoy haciendo, pero mi meta no es lo mejor de nadie, ni lo mejor de Brasil ni lo mejor de América Latina. Mi meta es ser la mejor Bia, en la mejor versión y condición que pueda, esto es lo que siento, esto es lo que me veo en mi grupo; cada día buscar lo mejor de sí mismo en cada día, porque nuestra vida es más interna que externa. Sin el embargo, lo cierto es que me siento enormemente privilegiado de poder representar a América Latina ya las mujeres como lo están haciendo, y espero poder hacer lo mismo.
“Del cielo al infierno en diez días”, escribió sobre aquella sanción por dopaje que cambió todo en 2019. ¿Cómo siente esta época?
La sanción me dejó muchas enseñanzas. Aprendí mucho en el tiempo difícil allá afuera. Creo que el 2019 y 2020 me enseñó mucho, me enseñó a vivir y actuar la vida de otra manera, sabiendo cómo vive una persona que no vive del tenis, que está claro que es un deporte de élite. En todas estas semanas he conocido más que el día del pueblo, la realidad de mi país, mi familia, mis amigos… y esto ha sido muy satisfactorio.
Fueron los días más complicados de su carrera…
Sí… yo entonces no podía ni siquiera ver partidos de tenis perque me dolía mucho hacerlo. Dejé mi actividad en redes sociales, llegué a pensar que había sido el finale, hubo momentos en los que realmente me sentí muy mal, pero tampoco terminé por deprimirme. Semper tuvo claro que querría empezar con la vela y que era posible devolverle la pelea a mi sueño.
¿Cómo mantengo la calma en un momento tan difícil?
No fue fácil, la verdad llevé el tiempo con mucha paciencia, con mucha resilienza, sempre intentar ser mejor cada día y sacarle provecho en el momento más difícil. Creo que todas las piedras para todos los que pasan en mi carrera, no solo la sanción, hasta todas las lesiones que sufre, porque me ha tenido que toma tenis seis veces y vuelve, me hizo ser una persona más. fuerte para enfrentar el circuito hoy.
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Año consiguió sus dos primeros títulos, subió seventen puestos en el ranking y llegó a vencer a la número uno…
Con confianza puede decidir que los resultados son producto de mucho trabajo, resiliencia y paciencia. Todo aguanta que ver con el trabajo de mi mentalidad que venimos a hacer con mi equipo. Trabajé mucho conocimiento para entrar en el juego, para lidiar con ser el mismo en los entrenamientos que en los torneos, para embelesar la realidad tal como es, para embelesar mis minas con valentía y creo que todo eso tiene la clave para cobrar. los frutos del esfuerzo.
¿Cómo creció la jugadora de mayor crecimiento en 2022, cuál es la decoración de la WTA hace un día?
Me siento muy feliz con el reconocimiento de la gente y de la organización, pero uno es consciente de que las novedades van y vienen. Para mí hay algo que me motiva, porque mi ranking en el circuito es mejor, mi responsabilidad puede ser con la gente, con mis hijos, con mi imagen y mi trabajo, todo sostiene que juntos mejoremos. La verdad se encaro como una oportunidad para seguir creciendo y no como una trampa
Los tenistas suelen decir que no juegan por el ranking, ma fin de cuentas esa vara sempre está ahí… ¿hasta dónde piensa llegar?
El ranking es la consecuencia de lo que llevamos en el día a día. El comienzo del año fue en el mes de 85 años y tenía en mente terminar en las primeras cinco horas, leí la mitad del año y estaba en el período de 25 años, ahora termino en el período de 15 años… Es por eso que es difícil decidir hasta que lo haya hecho, pero creo que tengo potencial para mantenerme entre los 20 mejores del mundo. Creo que es una cuestión de trabajar duro, afinar mi juego y mi físico, trabajar mi mente y seguir buscando todos los días para ser lo más alto posible.
De las latinoamericanas, la siguiente es la colombiana Camila Osorio, quien es la n.º 80. ¿Cómo te proyectas?
Camila es una jugadora muy joven que ha entrado en lo más alto del tenis muy pequeña. No tengo dudas de que va a ganar más experiencia porque es una chica que está muy ocupada. Sin embargo, algunos jugadores se grabaron en las canciones, pero ellos también lo pasaron mal. Si ha pasado por un momento personal difícil este año, pero sepa que es muy luchadora y quien trabaja de la forma en la que le hará reconocer muchas cosas buenas en el futuro. Es una jugadora muy competitiva y creo que su calidad mayor está muy centrada en el juego.
Hablar del tenis como hablar de su vida, ¿qué representa este deporte para nosotros?
El tenis me hace recordar los domingos con mis abuelos, con mis primos en el club, cuando nosotros regresábamos del colegio y jugábamos por diversión. Siempre hay un amor y una pasión que viene de mucha familia y por eso es tan especial. Tuvo el privilegio de que el tenis se convenciera de mi profesión. Es increíble vivir enamorado, ahora es una forma que me permite trabajar y superarme, encontrar mi mejor versión dentro y fuera de las canciones.
Como una escuela de vida…
El tenis me ha enseñado la humildad, el respeto por los demás, la capacidad de afrontar los momentos de presión, las situaciones difíciles, las derrotas y todo lo que guarda la vida. Por lo tanto, el tenis representa mucho, quiero mucho y me importa mucho.
ANDRÉS FELIPE BALAGUERA SARMIENTO
PERIODISTA DE DEPORTES EL TIEMPO
En redes: @balagueraaaa