Todas y cada una de las millas de millones de células que tenemos en nuestro cuerpo cambian con el paso del tiempo. En el medio nos envejecemos, estas estructuras están acumulando daño. Y esto, a la grande, produce la pérdida de funciones en órganos y tejidosallá aparición de enfermedades y, finalmente, la muerte. «El envejecimiento es la causa de la gran mayoría de enfermedades«, explica el investigador con talante didáctico María BlascoDirector de Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). “Cada uno tiene más estudios que pretenden entender los mecanismos detrás de este proceso para poder frenarlos, volcarlos y transferirlos de vuelta. Gracias a esto, puede pasar que algún día podamos ‘curar’ la inquietud«, destaca el experto en una entrevista con EL PERIÓDICO.
Blasco es uno de los científicos que, junto a un panel internacional de expertos, firma uno de los análisis más exhaustivos hasta la fecha sobre qué sabemos (y qué no) sobre los marcadores moleculares de avistamiento. El trabajo, publicado recientemente en la prestigiosa revista ‘Cell’, retoman los «espectaculares avances» de la última década y que ha contado con más de 300.000 publicaciones científicas. «Entender por qué se produce el daño celular nos relacionamos con la inquietud abre la puerta para terminar las terapias específicas para, por ejemplo, prevenir la aparición de enfermedades degenerativas y mejorar el tratamiento de algunas patologías”, comenta la investigadora.
«Comprender por qué los daños celulares relacionados con la envoltura abren la puerta al desarrollo de terapias específicas»
cuatro detonadores
El análisis identifica cuatro «detonantes» del envejecimiento. Es decir, los mecanismos fisiológicos que tardan nuestras células en acumular daños. Según explican los expertos que realizaron este análisis, si se tratara de procesos que ocurren a escala molecular ¿eh? están fuertemente interconectados. Es el caso, por ejemplo, de la cuidado de los telómeros (una estructura que protege el extremo de los cromosomas). O la acumulación de mutaciones que se producen a medida que nuestras células se multiplican. «Estos procesos ocurren en todos nosotros, aunque no a la misma velocidad«, Matiza Blanco.
El cuidado de los telómerospor ejemplo, si está relacionado con el aparición y progresión de enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Lo mismo ocurre con las alteraciones genéticas y otros desequilibrios moleculares asociados a la inquietud. «Vamos a entender cómo implementar cada uno de estos procesos moleculares podemos lograr avances espectaculares como por ejemplo, contrarrestar la aparición de enfermedades, curar patologías degenerativas y hasta prolongar la esperanza de vida de una persona«, comenta el científico.
En estos momentos, según detalla Blanco, laboratorios de todo el mundo están intentando solucionar los problemas que implica el restablecimiento de cada uno de estos procesos moleculares. «Los esfuerzos se centran, sobre todo, en las enfermedades degenerativas porque al fin y al cabo son una necesidad médica. Pero el avance de la investigación comenzó, hace unos días, se volvió a retractar de la aparición de problemas médicos y ‘curar’ las causas del envejecimiento«, agrega el experto.
Las claves para envejecer mejor
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Hoy por hoy, todavia No existe una fórmula mágica Eso permite frenar (o retraer) el envejecimiento. Tenemos algunas pistas sobre cómo causar el menor daño posible a nuestras células. “Hábitos nocivos (como la mala alimentación, el tabaquismo o la exposición a la contaminación) exponen a nuestras células a una serie de daños que, en general, pueden provocar el deterioro de órganos y huesos. Así que todo lo que sea llevar un estilo de vida saludable ayudará a minimizar este riesgo«, comenta Blasco. «Esto no quiere decir que comer bien evite que te enfermes, porque ninguna dieta puede prometer estopero si te ayudará a reducir algunos riesgos«, según el científico.
«Los hábitos nocivos (como la mala alimentación, el tabaquismo o la exposición a la contaminación) exponen a nuestras células a una serie de daños»
En un futuro que más o menos buscan, Blasco espera que haya tratamientos de papel para ‘curar’ las causas del envolvimiento. «No tendrás una tableta que te traiga inmortalpero quizás sí que haya uno que pueda administrarle a una persona que, por ejemplo, es muy probable que le reviente una muñeca cancerosa por impedir o retrasar la aparición de la detención«, vislumbra la científica. Lograr este objetivo podría convertirse en alguna clave para un futuro que, según apuntan los expertos, cada vez tiene una mayor población habitacional (y más cargados de enfermedades asociadas a la edad).