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Simonovis es considerado uno de los “presos políticos” más destacados de la oposición venezolana.
El comerciante Iván Simonovis, una de las figuras más importantes de la oposición venezolana encarcelada, recibió este medio sábado desde su casa por carpeta, debido a sus condiciones de salud.
Simonovis era secretario de seguridad de la alcaldía de Caracas (entonces en manos de la oposición) en 2002, cuando un breve golpe de Estado le quitó el poder por escasas horas al presidente Hugo Chávez.
En 2009, un tribunal lo condenó a él ya otros dos altos policías -Henry Vivas y Lázaro Forero- a 30 años de prisión por varias de las 19 muertes ocurridas el 11 de abril de aquel año.
Los tres son considerados por la oposición como “presos políticos” del gobierno de Hugo Chávez -caído en 2013-, calificación que rechazan los voceros oficiales.
“Nuestro sistema no tiene ninguna connotación que permita que una persona sea privada de la libertad por su forma de pensar”, reiteró en agosto de este año la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez.
El ultimo de los tres
Los comisarios de Vivas y Forero recibieron medicamentos humanitarios en 2011. Pero Simonovis permaneció internado en la prisión militar de Ramo Verde, en el centro del país.
De ahí la retrógrada oposición en la campaña por su liberación, debido al importante deterioro de sus condiciones de salud.
Siguen los médicos, quienes han sido ordenados en varias oportunidades por una “medicina humanitaria” para Simonovis, el médico de 19 patologías médicas que no pueden ser atendidas de manera efectiva en prisión.
De acuerdo con la Defensora del Pueblo, “las condiciones de él, según lo que wemos conocido, è un problema de tensión”.
El tema de su ascenso al encarcelamiento de Ramo Verde fue una de las condiciones que la oposición incluyó en la lista de solicitudes para retomar el diálogo con el Gobierno, suspendida en mayo pasado.
Su esposa, Bonny de Simonovis, indicó que el excomisario fue trasladado a su casa la misma noche del viernes, bajo la vigilancia de los servicios de inteligencia.
El expolicía no podrá emitir opiniones políticas ni hacer declaraciones a los medios de comunicación por ningún medio, ni podrá utilizar las redes sociales.
