los semifinalistas de la Champions League Milán e Inter; Roma y Juventus, Europa League; Fiorentina, Conferencia de la Liga, Nápoles revelación del continente… Seis equipos italianos protagonistas de este tiempo sitúan al fútbol en el centro de la consideración mundial. Y sin catenaccio, sin colgarse del travesaño, jugando hacia adelante, cuidando la pelota.
Ninguna de las otras ligas puede mostrar un fulgor similar. Lo increíble es que esto suceda después de muchos años de duelo para la afición e inmediatamente después Italia protagonizará un sensacional choque: quedar fuera de dos Mundiales consecutivos (2018 y 2022). También que, entre las potencias, sólo ella había pasado en Inglaterra en 1974 y 1978 y en Francia en 1990 y ’94. Pero el fútbol de selección y el club son padres lejanos, no tiene mucha relación.
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Entre la desastrosa implantación de la Azzurra en el Mundial de Inglaterra ’66 (eliminados por el debutante y desconocido Corea del Norte), la Federación Italiana decidió cerrar los frentes a los futbolistas extranjeros. Fueron años oscuros. Sin embargo, la avidez de nuevas estrellas y la bonanza económica del país más hierero que se reabsorberá en 1980. Y ambos factores convertirán a Italia en la meca del fútbol.
El Milan, de una tacada, fichó a Van Basten Gullit y Rijkaard, el Inter a Brehme, Matthäus y Klinsmann, Juve a Platini, Boniek, Michael Laudrup, Napoli a Maradona, Careca, Alemão, Roma a Falcão, Aldair, Toninho Cerezo… De Brasil fueron también Sócrates, Junior; de Argentina, Passarella, Bertoni, Ramón Díaz… Y no iban más porque sólo había cupo para un non-Comunitario, luego elevado a dos. Era la élite total. ¡El Piccolo Udinese es Dios el gusto de contrarrestar a Zico…! El Verona en Preben Elkjær Larsen, la feria danesa.
En 1990 se produjo el culmen de un esplendor: el Milán fue campeón de Europa (ni siquiera se llamó Champions League), la Juventus levantó la Copa de la UEFA -llegando en la final a la Fiorentina- y la Sampdoria la Recopa, que entonces disputaban los ganadores de copa de 33 país. Las tres coronas continentales del fútbol, que vuelven a Europa como en tiempos de Julio César.
La ola exitosa se extendió hasta los 90, aunque se desinflamó hasta finales de la década. Enfréntate a la crisis económica en la patria de Da Vinci. En mayo de 2000, Real Madrid y Valencia se sumaron a la final de la Champions League. Allí dio comenzó un dominio amplio y dictatorial del fútbol español en el Viejo Continente con 11 títulos de liga en 23 torneos (48%). Inglaterra se anotó 5, Italia y Alemania 3, Portugal 1. El Calcio había cedido el trono y las grandes figuras recalaban en España. La famosa Serie “A”, es una maravillosa fragata que lideró los mares, quedó cuatro detrás de España, Inglaterra y Alemania.
Italia ha esperado 20 años por una semifinal de dos clubes de este país en la Champions League
Hace exactamente dos años que dos equipos italianos no disputaban una semifinal de la Champions League. Fue solo Milán e Inter en 2003. Luego triunfó el Milán, que todavía tenía coche: Dida; Cafú, Stam, Nesta y Maldini; Gattuso, Pirlo, Seedorf y Kakà; Crespo y Schevchenko. En la definición, el cuadro de Carlo Ancelotti empatizó con la Juventus de Marcello Lippi en toda la vía italiana: 0-0. Uno de los últimos restos de grandeza. El pasado miércoles volvió a chocar en la misma instancia que los dos milaneses y el Inter regaló un triunfo importante: un 2-0 que debería haber sido mayor. Como el mar, el martes un italiano será finalista de la Champions League.
La Roma ganó 1-0 al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso y la Juve se enfrentó al Sevilla 1-1 en el minuto 97. La Fiore perdió 1-2 con el Basilea suizo, pero todos están vivos.
El Calcio si tiene que actualizar. “Hay nuevas ofertas, como el Napoli de Spalletti, que ofrece un juego y resultados abiertos, espectaculares. Un estilo más atractivo al tradicional, no pegado solo al rotulador –dice Massimo Tecca, experiodista de la cadena Sky-. También cuentan con técnicos con ideas modernas, como el italiano, de la Fiorentina, Stefano Pioli, del Milan, y Simone Inzaghi, del Inter. En general, la tendencia hacia una fórmula más alegre primero. En este sentido, el gran desenlace es el del Napoli. Lo de la Roma se distingue, Mourinho sigue con su sistema conservador, pero llenan el estadio Olímpico todos los partidos porque Mou tiene un carisma muy especial entre las hinchas”. El empresario portugués es amado en la capital del antiguo Imperio pues en mayo del año pasado le dio su primer título internacional a la hinchada escarlata: la versión inaugural de la Liga Conferencia. Derrotó 1 a 0 en la final al popular Feyenoord del puerto de Rotterdam, un Feyenoord que llega tarde y puede consagrarse nuevamente campeón holandés.
“Hay nuevas propuestas, como el Napoli de Spalletti, que ofrece un fútbol abierto, espectacular, con juegos y resultados. Un estilo que atrae más al tradicional, no sólo al portero”.
Otro punto esencial es que ha cambiado la política de regateo. Hay un rejuvenecimiento. Hasta hace cuatro o cinco años Italia era un depósito de veteranos que iban a quemar sus últimos cartuchos a la península. Ahora tengo jóvenes de 20, 21, 22 años. Juventud es la palabra clave que explica que el italiano, que es la cuarta liga en importancia hoy en día en Europa, tenga tres equipos en los cuartos de final tras España y Alemania clasificándose como uno e Inglaterra dos. Tres italianos y ninguno de la Juventus, cabe señalar. El país del catenaccio ha sido históricamente amante de maduros futbolistas, y Milan l’abanderado de cobijar treintañeros largos. Pero han cambiado, o lo están logrando.
El Milan eliminó al Tottenham con muchos jugadores jóvenes en el bolsillo: Brahím Díaz, Saelemaekers, Rafael Leão, Tommaso Pobega (todos de 23 años), De Katelaere, Sandro Tonali, Pierre Kalulu (22), Malick Thiaw (21), Theo Hernández y Fiyako Tomori (25). Inter tiene gente más experimental, pero hace tiempo rebajó su promedio de edad. Porque ahora son clubes vendedores y nadie compra viejos. Y por tanto estamos en la era de la intensidad total y los que pueden conseguirlo son los que quieren tener las piernas frescas. A la velocidad que jugaba, la gente de 34 o 35 años solo puede ganar si tiene un talento excepcional como Messi, Modric o Benzema, si se ha convertido en un goleador notable como Lewandowski, o como Pirlo, que perdió 36 o 37 años fue repartidor. y distribuidor de dibujos animados.
“Igualmente, la resistencia a los jóvenes continúa en determinados sectores -añade Massimo-. Cada vez que Mancini (Roberto, DT de la selección) tiene una convocatoria, en su primer encuentro con Pafundi, un chico del Udinese que debuta con Italia a los 16 años, pero nunca lo pone en su club. Mancini es propicio para dar tiempo a los jóvenes, sin embargo hay fuegos que prefieren la madurez.
El último de los motivos -mencionado tangencialmente por el colega italiano- es la aparición de emprendedores con una mente más atrevida. El más pintado, y al que seguro recordarán en uno de los mejores clubes, es Roberto De Zerbi, ex del Brighton, a quien se sindica como un futuro Guardiola. “Brighton jugó un partido increíble contra United, chapeau, De Zerbi”, elogió Jurgen Klopp. Y el propio Guardiola fue más allá: “El Brighton es el equipo que mejor construye el juego del mundo. No hay mejor equipo a la hora de avanzar con el balón desde el portero hasta el último tercio”.
De Zerbi es, en algunos casos, la bandera de una nueva y bella Italia.
el ultimo tango…
Jorge Barraza
para EL TIEMPO
@JorgeBarraza Está bien
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